Hola oscuro diario, de indeterminadas intenciones, hoy quiero contarte que :
La vida es dolor. Si si, como te lo digo, amigo de sufrimiento, compañero del olvido. Hoy por ejemplo, se ha muerto mi perro, al que tantos antidepresivos le daba. También, mi canario se escapó. Sí, ese al que le dejé la jaula abierta para que encontrara la liberación espiritual. Mi hamster se ha quedado calvo. Al que le puse el pelito negro a base de inyecciones capilares de tinta de BoliBic. Tambien, mi madre ha sido atropellada. A ella no le hice nada, salvo echarle un colorio de "La eterna vision de lince de Doñana" para que le aumentara la capacidad visual y, como hay tantos suicidas novatos, no le cayera uno encima por la calle y lo viera por adelantado. Ahora, un ejercito de vacas lecheras está aporreando la puerta de mi cuarto (Extraido del libro " Un ejercito de vacas lecheras está aporreando la puerta de mi cuarto "), donde te escribo, ser amado y escrito, que en tus páginas está impresa mi vida como si de una semilla plantada en tierra fértil se tratara. El único problema es, evidentemente, que la puerta está cediendo.
-Oh Dios suyo, ¿Qué hago? ¡Flequillo arriba! -Mi flequillo emo, rebosante de Ki, se vuelve saiyan y las vacas se tiran al suelo, conmocionadas por tal acto de valía, fuerza y laca.
Entonces, corro desesperadamente hacia la cocina, para efectuar un complejo acto de suicidio. Pero tengo una duda, ahora que las vacas están destrozando la puerta a MI cocina, qué uso para cortarme las venas, ¿El cuchillo del jamón o el de pelar la fruta?
La indecisión, en ese momento, toca mi ventana. ¡Oh, qué fantástica vecina la Indecisión! ¡Encima, viene en helicoptero y ahora me está tendiendo una escalera para que escape de tal aberrante horror!
Me monto en la escalera. El helicóptero cede por unos segundos, pero remonta rápido el vuelo. Pero las vacas lecheras tienen mas recursos de lo que yo me esperaba.
A la altura del tejado, empiezan a salir cuadrúpedos lácteos, capaces de mutar en bípedos, por la puerta que da a la azotea. Despliegan las fuerzas mientras montan un bazooka. Apuntan y ...¡Fuego!
Un misil inminente se dirige hacia el helicoptero y yo no tengo paracaidas... Es más. hace rato que dejé de ver vacas, helicopteros y misiles...
Creo que sin querer he saltado con un emo novato por la ventana, creyendo que mis visiones por culpa de los análgesicos eran ciertas.
Diario, ahora me voy a despedir... Adio.... ¡PUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUM!
Crónicas de la muerte de un Emo. Girafaronca. Ediciones macarrónicas
P.D: Para hacer este documento, hubo que seguir a este emo en vida durante muchos meses, aguardando deseosos un momento como este.
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4 comentarios:
Mucho me temo
q a este "emo"
no le volverás a cronicar.
Por cierto, de victima ir
está
rematadamente mal,
porque jode un motón
a quienes "emos" no son.
THE END
>:0P
"emos " y "emos"
y hemos de haber,
con HACHE.
jejeejej
emo dando penita
ya ta!
Me he quedao agarrao a la pata de la silla como si no tuviera otras tres. Mañana por la mañana nada de café con LECHE. Té con limón, y chuta. Girafo, que vas a salir más gótico que las sijas de Sapatero.
Vale, sé que estás esperando saber si me he reido. Si. Mucho. jajajaja.
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